La reciente solicitud de concepto jurídico sobre la reducción de la jornada laboral en Colombia, enmarcada en el espíritu de la Ley 2101 de 2021, refleja un momento crucial en la evolución de las relaciones laborales en el país. Ante la necesidad de adaptar la legislación a las realidades contemporáneas y mejorar la calidad de vida de los trabajadores, los empleadores se enfrentan a importantes desafíos y responsabilidades.
La justificación de la Ley 2101 de 2021 se basa en las recomendaciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), enfocadas en la búsqueda de un equilibrio entre la vida laboral y personal de los trabajadores. Colombia, a pesar de haber ratificado convenios internacionales sobre la reducción de la jornada laboral, ha mantenido una normativa que no se ajusta a las tendencias globales ni a las necesidades actuales de la fuerza laboral.
El retraso en la implementación de esta medida repercute directamente en la calidad de vida de los trabajadores colombianos, quienes disponen de menos tiempo para actividades extralaborales, educación, descanso y recreación. Esta situación ha llevado a que Colombia tenga uno de los peores balances entre vida familiar y laboral a nivel mundial, evidenciando la urgencia de reformas estructurales en el ámbito laboral.
En este contexto, los empleadores juegan un papel fundamental en la implementación efectiva de la reducción de la jornada laboral. Más allá de simplemente cumplir con la normativa legal, deben entender y abrazar la finalidad última de esta medida: mejorar la calidad de vida de sus trabajadores. Esto implica no solo ajustar los horarios laborales, sino también garantizar condiciones laborales justas y equitativas que promuevan el bienestar integral de los empleados.
Es importante que los empleadores comprendan que cualquier intento de implementar la reducción de la jornada laboral que comprometa los derechos y beneficios adquiridos por los trabajadores sería contrario al espíritu de la ley. El respeto por los descansos obligatorios y compensatorios, así como la prohibición de desmejorar las condiciones salariales, son aspectos fundamentales que no deben pasarse por alto en la búsqueda de una mayor flexibilidad laboral.
En resumen, la implementación de la reducción de la jornada laboral en Colombia no solo representa un imperativo legal, sino también una oportunidad para mejorar las condiciones de vida de los trabajadores y fortalecer el tejido social y económico del país. Los empleadores, como actores clave en este proceso, deben asumir su responsabilidad con visión y compromiso, asegurando que cada medida adoptada contribuya efectivamente al bienestar y la prosperidad de sus empleados y de la sociedad en su conjunto.
Carlos Fierro Sequera Cofunder Legapp
